Un año después del verdadero infierno y con la firme promesa de no volver, nos vemos de nuevo en Torneros y aunque la nieve este año no está presente, tenemos una sorpresa en el perfil que va a poner a cada cual en su sitio.
  Nada que ver con el año pasado, triplicando el número de corredores y el nivelón de algunos. Nivelón que no asustó a Luisma consiguiendo en su   tercera carrera de montaña, una  estupenda novena plaza de trescientos y pico participantes.
  Muy buena organización y las inmejorables papas con costilla, cerraron un día estupendo y las ganas de repetir para el próximo año.

  Bueno, pues al segundo intento, después de acobardarse por cuatro copos de na el año pasado, esta vez, si estábamos en la línea de salida para disfrutar esta joven prueba en el norte de Cáceres. 
  16 Km por bosques de puro otoño,  una organización exquisita y un solazo que a las puertas de diciembre nos dejaba en manga corta.

  Para aprovechar, ya por la tarde, y tras degustar el concurso de tortillas, nos acercamos al pueblo de Granadilla y disfrutar del castillo donde Manuel no fue de cazar al fantasma, una pena.