Domingo fresquete y de camino a la Sierra de Francia. En mente 30 Km. aunque con la rodilla que no aguanta ni hora y media me temo que solo quedará en un bonito deseo.
Empezamos sobre las 10:30 con más capas que una cebolla y terminamos calentitos tres horas y media después. Al final 23 km. Solo hay que hacer la cuenta para ver el ritmo penoso que salió. Lo siento Jesús, es lo que tiene ir con un cojo.
Mucho me temo que esto no se va con masajitos.
Bueno el caso es salir y disfrutar de la sierra, que sigue estando espectacular.

Que bueno es cuando abres la boca más de la cuenta y quedas con un colega del curro para saltarte la comida para una carrerita rápida por la montaña.
Pues eso a las 14:30, con más hambre que vergüenza y a Juanga a la puerta vestido de corto.
Impresionante día para correr saliendo de Llano Alto por en camino de los registros. Primero hasta La Peña de la Cruz y luego por un sendero que no conocía en dirección a Peña Negra. Con el tiempo pilladísimo nos dimos la vuelta a 15 minutos de la cumbre pero muy contentos por descubrir una circular que repetiré más de una vez.

Con los últimos coletazos del sol, nos vamos a Mogarraz para dar un paseito por "Los caminos del agua". Con el verano que hemos pasado, la verdad es que está algo seco, pero sigue siendo un lugar guapísimo.

Muchos meses sin entradas, ya sea por poca motivación o falta de tiempo, pero llega el verano y es hora de hacer cosas que merecen que quedén no solo en la tarjeta de la cámara de fotos. El objetivo este año era Carros de Fuego, el famoso paseito juntando los refugios del Parque Nacional de Aguestortes en el Pirineo catalán. La idea era realizar en dos días unos 74 km, pero después de un primer día donde no pudimos correr todo lo que queríamos, nos vemos a dos horas del final de la primera etapa rozando las 19:00 pm. Y ¿dónde está el problema? Pues que es la hora de la cena y si llegas tarde,... te quedas a dos velas. Se impone el sentido común y nos quedamos en el refugio de Colomina, donde cenamos como si no hubiese mañana. Al día siguiente ya decidimos saltarnos Josep M. Blanc y fue el preludio de continuos cambios en la ruta. Total ya no era Carros de fuego y cada vez nos costaba menos improvisar. Esta improvisación dio lugar a la que creo que es la zona más guapa, que de haber ido en plan puristas nos la habríamos perdido. Y es que las vistas desde el collado de Ratera descendiendo hacia el Circo de Colomers son impresionantes. Llegando al refugio de Colomers, nueva improvisación siguiendo el GR-11, y finalmente sobre las 18:00 pm llegamos al coche con ganas de comer cualquier cosa que no termine en sport.

Primer año en participar en esta carrera y con ganas de quitarme la espinita de la semana pasada en el Alto Sil. Nunca antes había visitado esta zona de Gredos y la verdad que cuantas cosas nos quedan por conocer a las puertas de casa. El día anterior lo pasamos en el Valle del Tietar aprovechando la tarde para un paseo por el Barranco del Nuño Cojo entre castaños centenarios y caídas de agua. Ya el domingo en Cebreros con 22 kilometros por delante de una carrera donde el ambiente previo y la organización de 10. Esta vez solito a correr con Luisma en Asturias dando lo todo en la Carrera del Asturcón. Tres sube-bajas entre pinares y una segunda parte por un barranco espectacular con una bajada técnica y rápida que hoy me recuerdan mis piernitas cada vez que bajo las escaleras. Ya en la meta con un tiempo bastante mediocre (2:25)pero contento de conocer esta carrera y marcandolo en el calendario para el próximo año.